Verano: Gastronomía y Festividades
Las festividades durante esta época del año tienen que ver precisamente con lo expresado anteriormente y donde los puestos de comida en la calle tienen una presencia muy importante. Destacamos los matsuri o festivales tradicionales, un buen ejemplo de cómo los japoneses disfrutan del buen clima y de las noches estivales. Aunque se celebran durante todo el año, es en verano cuando aumenta el número de ellos, destacando:
Tanabata: El Tanabata o Festival de las Estrellas se celebra el 7 de julio. La fiesta celebra el encuentro entre Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altair). La Vía láctea, un río hecho de estrellas que cruza el cielo, separa a estos amantes, y sólo se les permite verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario lunisolar. Ya que las estrellas sólo aparecen de noche, la celebración suele ser nocturna.
El Bon Odori: un festival de danza tradicional japonés. El Bon Odori, también llamado Urabon, se celebra entre el 13 y el 15 de agosto (siendo esta la fecha en la que más se celebra). Se trata de la práctica budista de honrar a los espíritus de los ancestros. Normalmente se erige un ‘altar de espíritus’ (shōryōdana) frente al butsudan (altar familiar budista) para dar la bienvenida a las almas de los ancestros. Se suele pedir a un sacerdote que vaya y lea un sutra (tanagyō). Entre los preparativos tradicionales para el regreso de los ancestros están la limpieza de las tumbas y la preparación de un camino desde ellas hasta la casa y la provisión de caballos o bueyes de paja para el transporte de los ancestros. El fuego de bienvenida (mukaebi) se enciende el 13 de agosto y el de despedida (okuribi), el 16, que tiene la intención de iluminar el camino. Se continúa con la decoración del altar familiar con un pepino (que representa un caballo) y una berenjena (que representa un buey), bailan las danzas del obon o bon-odori para rezar por las almas de los fallecidos y se reúnen para preparar aquellas comidas que más disfrutaban sus ancestros y para comer comida vegetariana shojin ryori.
Tōrō nagashi: se celebra el 15 o 16 de julio (o agosto, según la región), es la tradición que señala en final del Bon Odori. Se hacen flotar pequeños faroles de papel con velas encendidas dentro en ríos y costas para señalar el camino a los espíritus ancestrales cuando éstos se marchan. Se suele escribir un mensaje en el exterior del farol de papel.
Hanabi: otra de los festivales nocturnos por excelencia, y que consiste en disfrutar de unos buenos fuegos artificiales o hanabi, una actividad que puede llegar a reunir a más de un millón y medio de japoneses en la ribera del río Sumida en Tokio una única noche, por ejemplo.
Uno de los aspectos comunes de cualquier festival japonés es la existencia de puestos, llamados roten, en los que encontramos de todo, destacando los puestos de comida y productos de gastronomía local. Entre los distintos tipos de comida que podemos encontrar en los matsuri el más popular es la comida sōsu. Un ejemplo de esta comida serían los takoyaki (buñuelos de pulpo), los okonomiyaki (tortilla al que el cliente le añade aquello que desea), o los yakisoba (fídeos fritos). Además encontramos brochetas yakitori, el pollo frito karaage, el calamar yaki-ika o el pescado ayu.
Otros alimentos que podemos encontrar en verano son las sopas de fideos tipo ramen, las hiyashi chuka y las zaru-soba. El hiyashi chūka consistente en fideos ramen enfriados con varios ingredientes, principalmente vegetales por encima, que se sirve en verano. Los ingredientes suelen ser fríos y coloridos, aliñándose el plato con salsa tare.
Además de las festividades, una de las maneras más extendidas de sobrevivir al terrible calor del verano japonés es disfrutar del kawadoko, es decir, comer en plataformas de tatami situadas sobre un río. Esta actividad es muy típica en distintos pueblos de montaña, como Kibune, al norte de Kioto. Gracias al frescor que ofrece el fluir del agua del río se pueden degustar desde platos fríos basados en pescados crudos, a platos templados como pescado ayu a la parrilla o platos calientes como un delicioso shabu-shabu.
El otro plato estrella es el arroz para celebraciones sekihan, un arroz con judías rojas. Simboliza la paz y la prosperidad, y es un plato que se sirve en celebraciones varias. Bodas, cumpleaños… El sekihan está tan estrechamente relacionado con las celebraciones que la frase “Tomemos sekihan” podríamos afirmar que su significado es el de “Celebremos”. Se cree que el sekihan se usa en celebraciones por su color rojo, que es un símbolo de la alegría en Japón. En algunas regiones se prepara cuando una mujer joven tiene su menarquia (menstruación), lo que sugiere otra fuente de la tradición.
En España, muchas de las fiestas más populares y divertidas se celebran durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Ejemplo de ellas, mencionaremos la celebración de las hogueras de la Noche de San Juan, Fiesta de la Patum de Berga (Barcelona), las Batallas del vino en la Rioja, Festival Internacional del Mundo Celta en Ortigueira (A Coruña), Fiestas de San Fermín en Pamplona, Batallas de Moros y Cristianos en Alicante, Fiesta de las Piraguas con Descenso Internacional del Sella en Ribadesella (Asturias), Romería Vikinga de Catoira (Pontevedra), Tomatina de Buñol (Valencia), El Cascamorras en Guadix y Baza (Granada), además de las fiestas entorno al Apóstol Santiago y la Asunción de la Virgen o las diversas fiestas populares organizadas en las zonas rurales con motivo de la celebración de algún santo o patrón o por el aumento de la población visitante que en tiempos vacacionales se desplazan hacia estos lugares, donde la comida española tradicional se haya muy presente.
Para combatir las altas temperaturas, uno de los remedios es la gastronomía a base de platos fríos y crudos. Un claro ejemplo lo tenemos en las ensaladas y en el gazpacho, además de la paella, la tortilla de patata, el melón con jamón, ensaladilla, pinchos y tapas o el clásico pescaíto frito, entre otros.